Los tapices de Verónica Ronban son una oportunidad para acercarnos al lenguaje pictórico del tapiz contemporáneo cuyo proceso de creación fluctúa entre el diseño y el uso expresivo del color que, como en tiempos de Cennino Cennini, la artista construye de manera artesanal hasta hallar los secretos de su forma expresiva.
Verónica Ronban teje sus tapices en telares de urdimbre vertical o alto lizo con los que consigue efectos de luminosidad, color y movimiento, así como tejidos con la técnica de bajo lizo, a los que incorpora su propia técnica desarrollada de forma empírica, utilizando lana, lino, algodón y fibras acrílicas.
Verónica Ronban teje sus tapices en telares de urdimbre vertical o alto lizo con los que consigue efectos de luminosidad, color y movimiento, así como tejidos con la técnica de bajo lizo, a los que incorpora su propia técnica desarrollada de forma empírica, utilizando lana, lino, algodón y fibras acrílicas.
Este es el proceso contado por ella misma:
“ Me siento en el telar porque los hilos me llaman,¡Ven Vero!. La trama me dice rojo o amarillo ¿gruesa o fina?¿Seda o algodón?.Les contesto: pongamos por aquí estos hilos más gorditos en gamas cálidas y por acá más finitos en azules del mar. Retrocedo y lo miro, me gusta y lo dejo, vamos a ese otro lado porque aquí falta algo, si, pongamos rallitas, cuadraditos y rombos. Me voy un rato, quiero dormir un poco pero no me dejan, están en mi cabeza:¿cielo azul, no muy formal, nunca es azul del todo, inventémoslo, o mirémoslo mejor en horas diferentes?. Bueno, me levanto y vuelvo al telar.¿Ponemos por aquí unas semillas?¿O esas piedrecitas que me encontré? ¿Y si teñimos algunos hilos? ¡Venga! Que la oferta es muy limitada y nosotros necesitamos veintinueve verdes, diecisiete naranjas, veinticinco marrones, me siento como una bruja en la cocina revolviendo con un palo los maravillosos colores que van saliendo de mi olla gigante, y voy repitiendo conjuros mientras salen mis hermosos colores: el más oscuro luego los medianos y los más claritos;¿y si mezclamos y nos inventamos colores?¡ Que si1 Que todo vale.
Cuando empecé a tejer lo hice con la geometría, tengo la cabeza un poco cuadrada, o soy muy matemática, y además influyó la presencia del arte precolombino omnipresente en nuestro país. Luego me atreví con animales fantásticos tal vez inspirada en la mitología local y universal y en la mía propia; después de eso rápidamente me atreví con la figura humana con la que me regodee por un período para luego buscar formas abstractas que me satisficieran.
Ahora mezclo todo lo que me parece según se me pasa por la cabeza, sobre todo combinando zonas de textura muy gruesa en contraste con las más finas, introduciendo elementos diversos como encajes( a veces teñidos por mí), cuentas de madera, plástico o lo que sea, borlas, cintas de pasamanería, botones, etc. Y los temas se van mezclando entre fantasía y realidad según me venga la necesidad o la inspiración.”
“ Me siento en el telar porque los hilos me llaman,¡Ven Vero!. La trama me dice rojo o amarillo ¿gruesa o fina?¿Seda o algodón?.Les contesto: pongamos por aquí estos hilos más gorditos en gamas cálidas y por acá más finitos en azules del mar. Retrocedo y lo miro, me gusta y lo dejo, vamos a ese otro lado porque aquí falta algo, si, pongamos rallitas, cuadraditos y rombos. Me voy un rato, quiero dormir un poco pero no me dejan, están en mi cabeza:¿cielo azul, no muy formal, nunca es azul del todo, inventémoslo, o mirémoslo mejor en horas diferentes?. Bueno, me levanto y vuelvo al telar.¿Ponemos por aquí unas semillas?¿O esas piedrecitas que me encontré? ¿Y si teñimos algunos hilos? ¡Venga! Que la oferta es muy limitada y nosotros necesitamos veintinueve verdes, diecisiete naranjas, veinticinco marrones, me siento como una bruja en la cocina revolviendo con un palo los maravillosos colores que van saliendo de mi olla gigante, y voy repitiendo conjuros mientras salen mis hermosos colores: el más oscuro luego los medianos y los más claritos;¿y si mezclamos y nos inventamos colores?¡ Que si1 Que todo vale.
Cuando empecé a tejer lo hice con la geometría, tengo la cabeza un poco cuadrada, o soy muy matemática, y además influyó la presencia del arte precolombino omnipresente en nuestro país. Luego me atreví con animales fantásticos tal vez inspirada en la mitología local y universal y en la mía propia; después de eso rápidamente me atreví con la figura humana con la que me regodee por un período para luego buscar formas abstractas que me satisficieran.
Ahora mezclo todo lo que me parece según se me pasa por la cabeza, sobre todo combinando zonas de textura muy gruesa en contraste con las más finas, introduciendo elementos diversos como encajes( a veces teñidos por mí), cuentas de madera, plástico o lo que sea, borlas, cintas de pasamanería, botones, etc. Y los temas se van mezclando entre fantasía y realidad según me venga la necesidad o la inspiración.”
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